Las organizaciones presentan nuevos retos para la comercialización de sus productos o servicios relacionados con la calidad, la protección del medio ambiente y el control de sus riesgos laborales.
Entender la innovación a a partir de factores como la planeación, implementación, dirección y control genera la resistencia generalmente infundada en la desinformación por entender el proceso de innovación como un hecho fortuito y sin linealidad con las estrategias empresariales que se definen y que del mismo modo no se sincronizan con las directrices en materia de competitividad dadas por el mercado. En este sentido, debe relacionarse la competitividad como la definición de estrategias asertivas, encaminadas dinamizar lo recursos y capacidades internas para lograr el posicionamiento que toda organización desea en el sector en el que se desenvuelve.